El Poder del Decreto
¿Alguna vez has sentido que hay algo más grande esperándote?
Como si una voz interior te susurrara que naciste para algo extraordinario. Si has experimentado esa inquietud, estás en el lugar correcto.
Hoy vamos a explorar un concepto que ha transformado la vida de millones de personas: el poder del decreto.
Este no es solo otro artículo sobre la ley de atracción.
Esto va más allá. Es un viaje hacia el descubrimiento de tu verdadera naturaleza, tu poder divino y cómo puedes usarlo para manifestar la vida que siempre has deseado.
Prepárate, porque lo que estás a punto de leer cambiará por completo la forma en que ves la realidad.
La Diferencia Entre Pedir y Decretar
Imagina esto: la mayoría de las personas pasan toda su vida pidiéndole al universo, rogándole a Dios o suplicando por un cambio.
Visualizan, afirman y hacen rituales, pero en el fondo, hay una sensación de falta, de separación.
Es como si estuvieran atrapados en un ciclo interminable de espera.
Pero hay un pequeño grupo de personas que no piden. Ellos decretan.
Y cuando decretan, algo extraordinario ocurre: las puertas se abren, las oportunidades aparecen de la nada, y lo imposible se vuelve natural.
¿Cuál es la diferencia?
- Pedir es un acto de falta. Es como decir: “No tengo esto, por favor, dámelo”.
- Decretar es un acto de poder. Es como decir: “Esto ya es mío, porque yo lo he creado”.
Neville Godard, uno de los más grandes maestros espirituales del siglo XX, y Bob Proctor, un pionero en el estudio de la mente y la manifestación, descubrieron que cuando dejas de pedir y comienzas a decretar, tu realidad cambia instantáneamente.
Los Cuatro Estados de Conciencia
Para entender cómo funciona el decreto, primero debemos explorar los cuatro estados de conciencia que determinan tu poder de manifestación.
Estos estados fueron revelados por Neville Godard a través de años de estudio y meditación.
1. El Estado del Pedido
Este es el nivel en el que el 93% de la humanidad vive y muere. Es un estado de escasez, donde siempre miras hacia afuera esperando que algo o alguien venga a salvarte.
Es como estar atrapado en una celda que tú mismo construiste, cerraste y tiraste la llave.
En este estado, tus oraciones, pensamientos y sentimientos giran en torno a lo que te falta. Es como caminar en el desierto viendo espejismos de oasis que nunca se materializan.
2. El Estado de la Búsqueda
Aquí es donde descubres la ley de atracción. Comienzas a visualizar, afirmar y hacer rituales. Sientes que estás avanzando, pero en el fondo, todavía hay una sutil sensación de separación.
Es como estar en un laberinto donde ya puedes ver el premio, pero aún no has descubierto el camino para llegar a él.
Tienes las herramientas, pero aún no tienes la maestría.
3. El Estado del Mando
Este es el momento en el que comienza el verdadero poder. Te das cuenta de que ya no necesitas pedir. Puedes mandar. Tu voz cambia, tu postura cambia, tu energía se transforma.
El universo comienza a responder de manera diferente.
De repente, ese poder que siempre buscaste afuera comienza a despertar dentro de ti.
4. El Estado del Poder
Este es el estado supremo. No es un estado de hacer, sino de ser. Ya no estás intentando manifestar nada porque finalmente entiendes que ya eres todo lo que deseas ser.
Es como el sol que no intenta brillar, como el océano que no intenta ser profundo, como el viento que no intenta soplar.
Es tu naturaleza. Este siempre ha sido tu estado natural, pero por alguna razón, lo olvidaste.
El Decreto Supremo: Cómo Activar tu Poder Divino
Ahora que entiendes los cuatro estados de conciencia, es hora de aprender cómo pasar al estado del poder. Y la clave está en el decreto supremo.
El decreto no es solo un conjunto de palabras bonitas. Es un código cuántico que reescribe completamente tu realidad.
Cuando lo pronuncias con autoridad y certeza, el universo responde de manera inmediata.
El Momento Perfecto para Decretar
El momento más poderoso para usar tu decreto es en los últimos 17 minutos antes de dormir.
¿Por qué? Porque es en ese instante cuando tu subconsciente está más receptivo.
Neville Godard descubrió que en ese estado, tu cerebro entra en el llamado estado Alfa-Teta, donde la barrera entre el consciente y el subconsciente prácticamente desaparece.
Es ahí donde puedes insertar nuevos comandos directamente en tu programación interna.
Cómo Hacer el Decreto Supremo
- Acuéstate en tu cama en completa tranquilidad.
- Respira profundamente tres veces. En la tercera exhalación, permite que todo el peso del mundo desaparezca.
- Con una voz suave pero cargada de autoridad divina, pronuncia las siguientes palabras:
“Yo decreto en este momento sagrado que me hago consciente de mi poder infinito de creación. Que acepto plenamente mi autoridad divina natural. Que reconozco mi suprema capacidad de manifestación. Despierto a mi verdadera naturaleza creadora y me uno al poder infinito del universo en manifestación. Yo comando con absoluta certeza que todas las puertas de la prosperidad se abren ante mí ahora. Que todas las circunstancias se alinean instantáneamente a mi favor. Que todas las fuerzas del universo conspiran para mi realización plena. Que toda la abundancia del cosmos fluya naturalmente en mi dirección. Y que todo poder divino trabaje incansablemente a través de mi ser.”
Los Tres Estados Sagrados de Conciencia
Una vez que hayas hecho el decreto supremo, es importante habitar tres estados sagrados de conciencia que mantendrán tu poder siempre activo.
1. La Presencia Consciente
Cada vez que despiertes, antes incluso de abrir los ojos, respira profundamente y recuerda: ya no eres esa persona que pide, suplica o espera. Eres el propio poder en manifestación.
2. La Certeza Inquebrantable
No permitas que ninguna circunstancia externa sacuda tu certeza interior. El mundo puede estar en caos, pero tú permaneces en perfecta paz, sabiendo que eres uno con el poder que crea realidades.
3. El Desapego Divino
Este es el estado supremo. Ya no necesitas luchar, forzar o intentar. Simplemente eres. Cada decreto tuyo ya está realizado en el instante en que es pronunciado.
Video – El Poder del Decreto
Conclusión: Tu Poder Natural
Lo que descubriste hoy va más allá de cualquier enseñanza espiritual jamás compartida. No es solo otra técnica de manifestación ni una simple ley de atracción. Es el despertar de tu poder divino natural, el que siempre ha estado dentro de ti, esperando el momento correcto para despertar.
En los próximos días, comenzarás a notar transformaciones extraordinarias en tu realidad. Puertas que antes parecían cerradas se abrirán, oportunidades surgirán de lugares inesperados, y las sincronicidades se convertirán en tu nueva normalidad.
Pero recuerda: lo que está sucediendo no es magia, suerte ni coincidencia. Es simplemente tu poder natural expresándose libremente a través de ti.
Tú eres el poder. Tú eres la presencia. Tú eres la manifestación.
Si crees y aceptas esto para tu vida, escribe en los comentarios:
“Yo creo, tengo una mente millonaria. Yo soy la manifestación viva del poder divino.”
Porque todos estamos predestinados a una vida de éxito. El universo se está moviendo para realizar tus deseos y traerte una vida de abundancia. Solo necesitas recordar quién eres realmente.
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